jueves, 6 de septiembre de 2012

Tom Waits narrates a quirky documentary about contemporary art legend John Baldessari

"John Baldessari believes every young artist should know three things:
1. Talent is cheap
2. You have to be possessed which you can't will
3. Being in the right place in the right time"


¿Se quedará Cascos sin retrato?

Ante los graves problemas económicos que afectan a nuestro país, el gobierno ha decidido tramitar la rescisión de contrato con el pintor manchego Antonio López por el retrato de Álvarez Cascos. El artista, que ya mostró su descontento a principios de verano ante la polémica surgida por los 190.000 euros que iba a costar la obra, afirma que recibió la noticia el pasado julio y que el gobierno justificaba la cancelación de la misma diciendo que el encargo "estaba ya fuera de plazo". Sin embargo, el pintor no cree que realmente se trate de un tema económico.

El pintor y Cascos se conocieron cuando este último le encargó las cabezas escultóricas que podemos ver en la estación de Atocha. A pesar de la nueva noticia, Antonio, que nunca antes había recibido un encargo de tales características (un retrato de un político), comenta que llevará a cabo el encargo, pagado o no, pues se trata del retrato de un amigo.

miércoles, 20 de junio de 2012

Al mal tiempo, buenas inversiones

Todos los ministros, tras dejar su mando, son "invitados" a realizarse un retrato que después se exponga en la galería de su Ministerio, escogiendo ellos mismos al artista que lleve a cabo el encargo. 

Siguiendo pues la tradición, el pintor Antonio López García realizará un retrato de Francisco Álvarez Cascos, último ministro del Gobierno de José María Aznar, ahora al frente de Foro Asturias. Pero a Cascos no le bastaba con cualquier retratista, sino que escogió a uno de los pintores más cotizados del momento. La broma nos saldrá por nada más y nada menos que 165.000 euros más IVA, es decir, más de 190.000 euros. El Ministerio de Fomento firmó el contrato en abril de 2010, con José Blanco al frente del Departamento. 

Ante la polémica el Gobierno señala que esa cifra "es acorde con el precio habitual del autor por un encargo de dichas características" y recalca que, como el retrato no ha sido entregado el Ministerio de Fomento aún no ha abonado cantidad alguna por él.

El coste del mismo dobla al también controvertido cuadro de Bono para el Congreso, que supondrá un gasto de 82.600 euros, IVA incluido. Cifra que ya suscitó polémica porque pese a que el precio es similar al de cuadros anteriores, triplica el coste del dedicado a su antecesor en el cargo, el también socialista Manuel Marín, que optó por una fotografía de 24.780 euros.

Con suerte, teniendo en cuenta que Antonio López lleva 18 años con el retrato de la familia real, éste también va para largo, allá para el 2025 quizás este terminado. A lo mejor para entonces 190.000 euros no son para tanto... 

domingo, 27 de mayo de 2012

DAMIENHIRSTLAND en la Tate Modern

El 15 de septiembre de 2008 Damien Hirst dejó boquiabierto al mundo. Mientras las obras del artista británico recaudaban 140 millones de euros en una subasta masiva, prescindiendo por primera vez en la historia del sistema tradicional de las galerías, se hundían los mercados financieros con el colapso de Lehman Brothers, dando pie a una era de crisis mundial.


Pero la franquicia Hirst no sólo ha logrado sobrevivir a la hecatombe, sino que además parece estar en su mejor momento. Tras presentar su obra, a principios de año, en una amplia selección de galerías privadas tiene lugar su mayor retrospectiva hasta la fecha.


Va a hacer ya casi dos meses de la apertura de la polémica exposición en la Tate Modern de Londres, que abrió sus puertas el pasado 4 de abril. Si nos introducimos en la web del museo ésta se nos anuncia como un gran acontecimiento, una cita ineludible con una afluencia de público más que notable.


Damien Hirst es un tipo de extremos, sin duda, con una pasado un tanto truculento, al que la gente adora u odia, sin términos medios. Nace en Bristol en 1965 y crece en Leeds. Formará parte del grupo YBAs ("jóvenes artistas británicos"), convirtiéndose en el más prominente del mismo, así como en el artista vivo mejor pagado. Durante su infancia le faltó una figura paterna y a la materna no le hacía grandes aspavientos. Asiste a la Universidad de Leeds, donde estudia Arte y Diseño. Luego estudia Bellas Artes en Goldsmiths, Londres. Siendo estudiante, trabaja a tiempo parcial en una morgue (depósito de cadáveres), experiencia que le influirá a posteriori en la elección de los temas y materiales de su obra. Admite haber tenido problemas con el alcohol y las drogas a partir de los 90, más sus excesos terminan en 2002. Actualmente está casado con la californiana Maia Norman, con la que tiene 3 hijos. Vive en una gran casa de campo, una posada de 300 años de antigüedad, situada en el norte de Devon (al sudoeste de Inglaterra).  


La muerte es el tema central de su obra, siempre rodeada de gran polémica, más o menos premeditada, y por consiguiente de un gran seguimiento mediático. Sin embargo Hirst se ha convertido en un artista consagrado y esta polémica ya no se refiere tanto a la temática de su trabajo o su personalidad sino a la inimaginable suma de dinero que posee. Se le calcula una fortuna superior a los mil millones de dolares, siendo más rico que otros conocidos magnates británicos como Mick Jagger o Elton John. Hirst es un "artista-empresario", pues domina a la perfección el arte de ganar dinero, mucho dinero, pero no siempre fue así. Durante su juventud, mientras sus compañeros empezaban a ascender como la espuma a él apenas le hacían caso. Todo empezó a raíz de una exposición que realizó en julio de 1988, en en un edificio abandonado de Londres, junto a algunos de sus compañeros de la Goldsmith College. Uno de sus profesores convenció a Charles Saatchi, Norman Rosenthal y Nicholas Serota para que visitaran la muestra. Dos años después, Saatchi acudió a una nueva exposición de Hirst y quedó impresionado ante la obra "Mil años", una gran caja transparente con gusanos y moscas revoloteando en torno a la sangrante cabeza de una vaca. Saatchi quedó tan maravillado que compró la obra y fue entonces cuando apadrinó a Hirst, que se convirtió en la figura más notable de los llamados YBAs.


Así empezó todo, más no nos desviemos del tema fundamental, su exposición en la Tate Modern. Lo curioso del asunto es que hace ya varios años que el propio Hirst anunció que jamás expondría en ese "templo británico del arte contemporáneo". Pero parece ser que el tiempo le ha hecho cambiar de opinión.
"También dije que no me gusta la gente que no fuma y ahora yo mismo ya no fumo. Las cosas cambian. Era mucho más joven cuando dije eso, cuando pensaba que los museos son para artistas muertos. Te haces mayor. Ahora tengo tres hijos y creo que cuando era joven también dije que nunca tendría hijos", se justifica.
Pero esta muestra parece una hábil maniobra comercial que interesa a ambas partes. Circulan rumores de que sus galerías tienen verdaderos problemas para deshacerse de todas sus obras ante un mercado del arte que se va enfriando. El artista ganará publicidad en un momento tan complicado en el que se estaba produciendo un atascamiento de sus ventas y de su cotización en los mercados. Un buen motivo para olvidar las viejas promesas. Y por supuesto la pinacoteca se suma al año olímpico, pues muy probablemnete se lleve la medalla de oro de asistencia de entre la oferta cultural londinense que coincide con los juegos.


Hirst es un artista prolífico, produce en cadena. Aunque para ello ha dejado de ser el único responsable del proceso de creación, pues un ejército de prometedores artistas, o artesanos, fabrican sus obras. A pesar de su innumerable producción la muestra se reduce a 73 piezas que abarcan un periodo de 22 años.
"Para hacer arte al nivel que yo quiero, tengo que contratar a otras personas", se defendía Hirst. "Prada tampoco hace sus propias prendas, ni (el arquitecto estrella) Frank Gehry construye él mismo los edificios y nadie los descalifica".  
El olor a colillas se apodera del ambiente nada más entrar en la exposición. La obra que recibe al visitante en la primera sala es una fotografía tomada durante su juventud en la que aparece el propio artista posando en una morgue con una inquietante sonrisa junto a la cabeza seccionada de un hombre.
En el centro de la muestra encontramos su famoso tiburón nadando en un contenedor de formol. Con " La imposibilidad física de la muerte en la mente de alguien vivo " cautivó la atención de galeristas e inversores en 1991. Larry Gagosian fue el marchante encargado de su venta. Steve Cohen adquirió la misma por 12 millones de dólares. En 2006 el ejemplar original tuvo que ser sustituido sustituido por uno nuevo, debido a la descomposición del pez original.

Entre lo más llamativo de este "parque de atracciones" están también las vacas seccionadas, la oveja blanca y, más adelante, la oveja negra. Ésta última preside una pequeña pero inquietante sala dominada por un enorme tapiz redondo de color negro brillante y de textura rugosa. "Sol negro" fue creado en 2004 con cadáveres de miles de moscas incrustadas en resina.
Seguimos caminando por la muestra cuando de pronto irrumpe en escena una empleada de la pinacoteca que atraviesa las salas armada con un cazamariposas. Sorprendidos por la "performance" —¿formará parte del show?—, iniciamos su persecución hasta las salas 5 y 6. Allí encontramos reproducida, por primera vez desde la exposición original de 1991, la instalación "In and out of Love". Tras una cortina doble de plástico transparente, emerge el paisaje de jardín botánico con el que el "enfant terrible" del arte británico comenzó a experimentar a gran escala con la dualidad vida y muerte. Decenas de mariposas revolotean libremente de flor en flor, y de cabeza en cabeza. Una humedad relativa entre el 50 y el 70% y la temperatura de 25 a 30 grados, que se requieren para el bienestar de estos lepidópteros, desorientan los sentidos. En las paredes blancas se transforman ya varias crisálidas, que en pocos días darán vida a nuevas moradoras de la sala. Luke Brown es el encargado del cuidado de las mismas. "La verdad es que hacemos todo tipo de cosas con ellas", explica. "Aquí solo nos han pedido recrear lo que se hizo en 1991", aclara. Las mariposas viven de media dos semanas, por lo que la empresa para la que trabaja irá trayendo distintas especies de granjas de Inglaterra para mantener esta extraña comunidad artístico-científica en 150-300 ejemplares.

Otra de las atracciones que llamarán la atención de los visitantes serán los contenedores con moscas que van dando vueltas enloquecidas en torno a la cabeza sangrante de una vaca.


Pero sin duda la exposición culmina en la Sala de las Turbinas. La Tate, cómo no, se ha guardado un as bajo la manga para atraer a la muchedumbre. Esta sala está reservada a la exhibición de la famosa calavera de diamantes "Por el amor de Dios" (2007). A diferencia del resto de la exposición, que es de pago (14 libras, casi 17 euros), la calavera puede verse de forma gratuita. La inmensidad de esta sala tiene la ventaja de que permite organizar adecuadamente las colas que se forman para poder acceder al pequeño cubículo oscuro que aloja la pieza. Se trata de un cráneo con dientes humanos sobre el que se ha modelado una escultura de platino en la que se han incrustado 8.601 diamantes. Por contra, aunque la exposición cerrará sus puertas el 9 de septiembre, esta pieza será sólo exhibida durante dos meses y medio, por cuestiones de seguridad y agenda. Propiedad de un consorcio en el que participa el propio Hirst, el cráneo está de gira perpetua desde su presentación en Reino Unido hace cuatro años.
“¿Por qué soy tan rico? No lo sé. ¿Quizá porque tengo suerte? No sé cómo contestar a esa pregunta. Porque la gente ha comprado mi trabajo por mucho dinero. Creo que usted se refiere no a por qué soy tan rico, sino a si debería ser tan rico”. 
La obra de Hirst divide al mundo del arte. Entre sus más feroces opositores está Julian Spalding, un crítico, escritor y comisario que acaba de escribir un libro en el que define la obra de Hirst como “con-art”, arte-timo, arte-camelo, y que lleva el provocativo subtítulo de “Por qué debería usted vender sus Damien Hirst ahora que puede”.


En definitiva, la muestra enfrenta al artista más mediático de su generación con el público. Sólo por ello y por el descarado "blockbuster" de la Tate Modern merece la pena. Queda patente la asombrosa la habilidad de Hirst para reciclarse, pero ¿será qué necesita esta vez de un museo de tal envergadura para deshacerse de su sobreproducción y reforzar su estatus?

domingo, 6 de mayo de 2012

La factoría de Dafen

¿Cuánto cuestan "Los girasoles" de Van Gogh, "La última cena" de Leonardo Da Vinci, "La ronda de noche" de Rembrandt o la serie de retratos de Mao realizada por Andy Warhol? En cualquier subasta de Sotheby´s o Christie's valdrían millones de dólares y batirían récords de cotización, pero hay un lugar en China donde se pueden comprar por menos de 50 euros.


Bienvenidos a Dafen, un pequeño barrio que se encuentra a las afueras de la ciudad china de Shenzhen, a 30km de Hong Kong. En él trabajan más de 10.000 pintores que producen (en el sentido más industrial de la palabra) copias de obras de arte que se venden en todo el mundo. Los copistas de Dafen son los mejores estudiantes de las escuelas de Bellas Artes de China. Producen unos 5 millones de cuadros al año, es decir, un 70 % de los cuadros al óleo que se vende en el planeta.
Una gigantesca mano de bronce que sostiene un pincel nos recibe. El suburbio, que fue una antigua aldea de pescadores, se ha convertido hoy en el mayor centro pictórico del mundo. Rodeado por una valla y con cinco kilómetro cuadrados de extensión, alberga calles empedradas al estilo europeo, unas 800 galerías de arte falsificado y elegantes cafeterías.

Podríamos hablar de una "fábrica" con cientos de talleres donde se falsifican diariamente, por tan solo 35 dólares, obras de Picasso, Miró, Van Gogh o Leonardo, entre muchos otros. Cada pintor realiza unas 30 copias diarias, con sistemas de "fabricación" en cadena. Cada artista se especializa en una parte del cuadro para acelerar el proceso de trabajo. Se trata más bien de una labor técnica, pues los motivos y el contorno de las figuras les vienen ya impresos en la tela, por lo que se dedican a aplicar minuciosamente los colores.

Entre las obras más reproducidas están las caras sonrientes de Yue Minjin o los pálidos retratos de Zhang Xiaogang, uno de los clásicos de las copias chinas, que se encuentran por doquier en cada tienda de arte por unos 300 yuanes (30 euros).

Huang Jiang
El artífice de tal empresa fue Huang Jiang, que recaló en Dafen con 26 pintores en 1989 en busca de un lugar tranquilo donde poder atender a los grandes pedidos de miles de cuadros que le hacían las grandes superficies americanas, como Wal-Mart.


Desde finales de los años 70 china se abrió a la inversión extranjera al convertirse en uno de los primeros lugares en aplicar las reformas capitalistas. Fue entonces cuando este pequeño pueblo de pescadores empezó a desarrollarse y a crecer a pasos agigantados. Impulsado por este "boom" industrializador, que convirtió a las provincias de la costa china en una gran factoría, Huang Jiang implantó en Dafen la producción en serie de obras de arte. Mientras en otros lugares se fabricaban televisores, frigoríficos, ordenadores y coches, aquí se manufacturaban cuadros siguiendo el patrón de las cadenas de montaje ideado por Henry Ford. Con una filosofía claramente estajanovista, el empresario dirigía una planta con un centenar de obreros-artistas que se pasaban el día entero pintando por un sueldo mensual de unos 2.000 yuanes (200 euros).


Huang Jiang, hijo de una profesora de arte, empezó pintando encargos de millonarios europeos. Al principio la tarea le llevaba al rededor de dos o tres días por cuadro, que vendía por unos dos euros. Sin embargo, con el tiempo ganó habilidad y le bastaba con tan sólo una hora. Huang realizó una media de 12 cuadros diarios durante más de veinte años, lo que le convierte probablemente en el artista más prolífico de la historia. 

"En esa cadena de producción, unos aplicaban los colores mientras otros dibujaban las formas. Nuestras vidas se reducían a pintar mucho, comer sólo un poco y dormir aún menos", comenta Chen Ming, quien trabajó en la fábrica de Huang Jiang y ahora posee su propio estudio. Estudió Bellas Artes y soñaba con alcanzar la fama de genios como Renoir o Toulouse-Lautrec, pero hoy sólo se puede dedicar a imitarlos.


"Por supuesto que me gustaría pintar mis propias obras, pero de algo hay que vivir y esto es lo único que sé hacer", se resigna en su pequeña galería de quince metros cuadrados. Por el local, que incluye un apartamento de dos habitaciones en el piso superior, paga un alquiler mensual de 4.000 yuanes (400 euros), casi la mitad de los 10.000 yuanes (1.000 euros) que ingresa de media. En la planta de arriba, vive junto a su mujer, también pintora, y dos primos que acaban de llegar y a los que ya está iniciando en el oficio. 

Chen Ming
"El negocio ahora no es muy bueno porque las ventas, sobre todo en Occidente, han bajado por la crisis", se queja Chen Ming, quien trabaja para clientes chinos y marchantes canadienses que, cada dos meses, vienen a Shenzhen y le compran cientos de cuadros. El arte se compra al peso y el precio no depende de la calidad de la obra, sino del tamaño del lienzo. Con marco, un óleo de Klimt de 92 por 122 centímetros cuesta 600 yuanes (60 euros), mientras que uno de 62 por 92 centímetros vale 350 yuanes (35 euros), aclara Chen equiparando el valor de continente y contenido.


Pero todo no podía ser un camino se rosas. Ante las quejas de numerosos creadores el gobierno chino se ha visto obligado a prohibir la venta de copias de artistas vivos y de pintores fallecidos hace menos de 70 años. Norma que, por unos cuantos dólares, puede pasarse por alto. Aunque estén vivitos, coleando y protestando por la copia indiscriminada, también se pueden adquirir las obras de los pintores chinos contemporáneos, ya que, según Chen Ming, "en los documentos de embarque se especificará que los cuadros son réplicas". Sin duda, este lugar haría las delicias de la SGAE...



jueves, 3 de mayo de 2012

EL GRITO, vendido por 120 millones de dólares

A propósito de la entrada "Petter Olsen, ¡vende!"

Tras varios meses de incertidumbre, la única versión de El Grito de Munch aún en manos privadas ha sido subastada el pasado 2 de Mayo en Sotheby's Nueva York, alcanzando la cifra récord de 119,9 millones de dólares (91,2 millones de euros). La puja, que comenzó en 40 millones de dólares, alcanzó los 107 en tan sólo diez minutos. El comprador ha sido un postor telefónico anónimo. El Grito se convierte así en la obra más cara de la historia vendida en subasta, superando a Desnudo, hojas verdes y busto de Pablo Picasso, vendido por 81 millones en 2010. 


En palabras del propio Simon Shaw, director de arte impresionista y moderno de Sotheby's Nueva York: "Instantly recognisable, this is one of the very few images which transcends art history and reaches a global icon. The Scream arguably embodies even greater power today than when it was conceived".




¿Es o no para llevarse las manos a la cabeza?  


º º 

miércoles, 2 de mayo de 2012

China ha despertado

En La invasión sin pararelo (The Unparalled Invasion, 1910), el escritor norteamericano Jack London sitúa la colonización occidental del imperio amarillo en 1976, año en el que falleció Mao y comenzó a fraguarse la apertura al mundo exterior. Desde entonces, tal como temía Napoleón, China ha despertado y el mundo la contempla fascinado y tembloroso.
Zhang Daqian(1899-1983)

China se encuentra en el punto de mira y no es extraño, pues es sorprendente la velocidad con la que parece haberse adaptado a una economía y una cultura en teoría ajenas a su tradición. Desde que el país entró en la Organización Mundial del Comercio (2001), su crecimiento y modernización se han acelerado. El "arte experimental", como allí denominan lo que nosotros entendemos por "contemporáneo", ha sido uno de sus grandes beneficiarios. En tres décadas el arte contemporáneo chino ha cubierto casi tantas etapas como el arte occidental en un siglo. Los creadores experimentales del gigante asiático luchan por superar el choque entre tradición y modernidad.   

Si nos sumergimos en las entrañas del mercado del arte asiático parece que la crisis no le afecta demasiado, pues en los últimos años no ha hecho más que crecer. El incremento en ventas en dos años ha sido del 63%. El arte chino facturó en 2011 un 7% más que el año anterior (unos 46.100 millones de euros, frente a los 43.000 millones de 2010, y los 28.300 millones de 2009). Los coleccionistas de mayor poder adquisitivo ya no son solo europeos, los de la región de Asia-Pacífico les igualan en número, y les superan en ingresos.

China se ha convertido por consiguiente en la gran protagonista. Durante el 2011 ha abarcado el 30% del comercio de obras de arte y antigüedades, ocupando este puesto por primera vez en la historia y dejando atrás a EEU. La economista Clare McAndrew, que realiza anualmente un estudio sobre el mercado del arte, muestra en "The International Art Market in 2011. Observations on the art trade over 25 years" como Estados Unidos, primera potencia durante años, se queda en el segundo puesto con el 29% del mercado, y Reino Unido en el tercero con un 22%. El informe analiza el crecimiento de la potencia asiática desde el año 2006, cuando ocupaba el 5% del mercado, hasta la situación de liderazgo actual. En ese mismo intervalo de tiempo, EEUU ha ido perdiendo posiciones desde el 46 al 29%. [ Principales conclusiones del informe de 2011. TEFAF

Por otro lado, el pintor chino Zhang Daqian destronó a Picasso como el artista más cotizado en subasta. Zhang Daqian (1899-1983) fue un pintor tradicional chino, que despuntó también en los terrenos del impresionismo y el expresionismo. Es uno de los artistas más sobresalientes y admirados de su país. Según datos de Artprice sus ventas en subasta fueron las mayores de 2011. Era la primera vez en 14 años que ese puesto no lo ocupaba el malagueño Pablo Picasso (1881-1973), que lideraba la lista desde 1997. Puede que hace tres décadas la pintura tradicional china estuviese disponible por una cifra hasta mil veces menor que la actual, pero hoy los artistas de ese país se encuentran entre los más cotizados en las casas de subastas. También Qi Baishi (1864-1957), otro pintor chino, fue noticia recientemente por lograr el segundo puesto de la lista, dejando atrás a Picasso y Warhol. Seis artistas chinos figuran entre los diez primero de la misma. 

Zhang Daqian. "Snow Storm Switzerland"
Sotheby's Hong Kong
Zhang Daqian totaliza ventas acumuladas por una suma de 554,53 millones de dólares, con 1.371 lotes vendidos. Su compatriota Qi Baishi mantiene el segundo puesto con 510,57 millones de dólares de ventas. Andy Warhol es el tercero en la lista, con 325,88 millones de dólares. Y Picasso, que ocupó 13 veces el primer puesto en los últimos 14 años, es además el único artista entre los diez mejor situados, cuyas ventas disminuyeron en 2011. Tras totalizar 362,71 millones de dólares en 2010, la venta de sus obras alcanzó el año pasado 314,69 millones en 3.387 lotes. 


Wang Shu
Para más inri, el arquitecto ganador del premio Pritzker, considerado el Nobel de la Arquitectura, ha sido Wang Shu, chino también. Thomas J. Pritzker, presidente de la Fundación Hyatt, promotora del premio Pritzker a lo largo de 34 ediciones, afirmó: "El hecho de que se haya elegido a un arquitecto chino supone un importante paso en el reconocimiento del papel que va a jugar China en el desarrollo de los ideales arquitectónicos. Además, el éxito del urbanismo chino en las próximas décadas será importante, no ya para China, sino para el mundo entero".

En definitiva, parece que China esta de racha y los campos de acción, antes separados, se han convertido en competencia, pues después de Shotheby's y Christie's, China se está convirtiendo en la mayor casa de subastas del mundo. Menos mal que, por el momento, no amenazan con destrozar el mercado y subir las cotizaciones como hicieron sus vecinos los japoneses en la década de 1990...


miércoles, 18 de abril de 2012

OUT OF FOCUS - Saatchi vuelve a la carga

Hace ya diez años de la polémica exposición Soy una cámara, de Tierney Gearon, en la que se acusó a la Galería Saatchi de incitar a la pornografía infantil.

FOTOGRAFÍAS TIERNEY GEARON
http://www.saatchi-gallery.co.uk/artists/tierney_gearon.htm?section_name=artists_in_future_exhibitions_hidden

TIERNEY GEARON ANTE LA POLÉMICA
http://www.guardian.co.uk/society/2001/mar/13/childprotection

Después de una década sin exponer fotografía, la galería vuelve a protagonizar una muestra de la misma. Out of Focus, que tendrá lugar del 25 de Abril al 22 de Julio en Londres, reúne la obra de 38 artistas de Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Sudáfrica, Australia, Suiza, Francia, Finlandia, Suecia, Dinamarca, Alemania, Turquía y Benín. 


OUT OF FOCUS

Katy Grannan
Anonymous, Boulevard Series
2009/ printed 2011
Archival pigment print on cotton rag paper,
mounted on Plexiglas
139.7 x 104.1 cm
http://www.saatchi-gallery.co.uk/artists/photography/

El panorama en el ámbito de la fotografía a evolucionado notablemente en estos últimos años. Los críticos y el público esperan ansiosos la llegada de esta exposición. En palabras del propio Saatchi, se trata de todo un reto para los participantes: «Comparten las mismas preocupaciones (la tensión entre el cuerpo y el género, la mente y la memoria, la percepción del lugar y el hogar, el rostro, lazos familiares, amistades, tribus y demás subculturas) y sin embargo muestran una amplia variedad de perspectivas, que van desde la fotografía documental clásica a la reelaboración de imágenes encontradas, desde la captura de colaboraciones artísticas a fotografías de composiciones tridimensionales elaboradas a partir de fotografías».

Al mismo tiempo tendrá lugar el Google Photography Prize, un concurso de ámbito mundial organizado conjuntamente por Google y la Galería Saatchi. Los diez finalistas expondrán en la galería durante dos meses, coincidiendo con Out of Focus, y ganarán un viaje a Londres para asistir a la inauguración. El ganador del primer premio tendrá además la oportunidad de viajar al destino que él elija acompañado de un fotógrafo profesional.

GOOGLE PHOTOGRAPHY PRIZE
http://www.google.com/landing/photographyprize/

Alexa Meade, otra dimensión de la pintura

Alexa Meade es una artista de 25 años en cuya obra convergen la pintura, la fotografía, la performance y la instalación. En vez de realizar cuadros "convencionales" en dos dimensiones, Alexa utiliza como soporte las propias personas u objetos representados. Después de pintar con pintura acrílica sobre los mismos hace fotografías de las escenas que compone, generando el mismo efecto como si de la fotografía de un cuadro se tratase. 



http://alexameade.com/index.html

martes, 17 de abril de 2012

Petter Olsen, ¡vende!

El millonario y mecenas noruego Petter Olsen ha tenido que sacrificar su obra más preciada para poder financiar la construcción de una galería de arte justo al lado de la casa donde vivió Edward Munch (1863-1944). Olsen es el propietario de la única versión de El Grito que se encuentra aún en manos privadas.

El año que viene se celebra el 150 aniversario del nacimiento del pintor, y qué mejor ocasión para sacar al mercado una de sus más codiciadas obras. La obra, que data de 1895, saldrá a subasta el próximo 2 de Mayo y encabezará las ventas de arte moderno e impresionista de Sotheby's, ¡cómo no!


Esta versión de la obra es la única cuyo marco original fue pintado por el propio Munch con un poema en el que describe las circunstancias que le llevaron a hacerlo:
“Estaba yo caminando por la carretera con dos amigos / a la puesta del sol – El cielo se tornó rojo sangre / Y sentí un aroma de melancolía – Me quedé parado / muerto de cansancio – por encima del negro-azulado / de las leguas de sangre y fuego del Fiordo y la Ciudad – Me quedé atrás / temblando de Ansiedad – y sentí el gran grito de la Naturaleza”.
Aún se desconoce el precio de salida, más muchos expertos apuntan que podría rondar los 80 millones de euros, convirtiéndose en una de las ventas más importante de los últimos años. Según Simon Shaw, responsable del Departamento de Arte Impresionista y Moderno de Sotheby's en Nueva York, "El Grito de Munch es una imagen que define la modernidad y es un inmenso privilegio tener la oportunidad de sacar a subasta una de las obras más importantes en manos privadas".

El padre de Petter fue vecino e íntimo de amigo del pintor, además de coleccionista de sus obras desde finales de los años veinte. Thomas Fredrik Olsen tuvo un papel decisivo en la salvación de 74 de sus obras, condenadas al fuego después de que Hitler incluyera al Munch dentro del arte degenerado. Para más inri, en el año 2001 Petter participó en un proceso legal en contra de su hermano acerca de la colección reunida por su padre. De acuerdo con la voluntad de su madre ésta había quedado en manos del menor, Petter. Sin embargo, Fred perdió el caso.

A partir del día 13 de Abril se puede ver la obra en la sede de Sotheby's de Londres. Próximamente viajará a Nueva York, donde podrá verse desde el 27 de Abril, para ser finalmente subastada el 2 de Mayo. La versión más famosa de la obra se encuentra en la Galería Nacional de Noruega. Otras dos versiones del cuadro se encuentran en el Museo Munch, también en Oslo.

Petter afirma que ha llegado el momento de que la obra abandone a los Olsen: “He vivido con esta obra toda mi vida y su poder y su energía han ido aumentando con el tiempo”. “Ahora, sin embargo, creo que ha llegado el momento de ofrecer al resto del mundo una oportunidad para ser su dueño y apreciar esta extraordinaria obra”. Pero, ¿a qué precio?